Colección de Bustos de Las Razas Humanas del siglo XIX
Llevo años investigando en el Museo Canario de Las Palmas de Gran Canaria la colección -"Colección de Bustos de las Razas Humanas del siglo XIX"-, réplicas de la colección original del Museo del Hombre de París. Estos bustos, vaciados del natural, están en el origen de la antropología del siglo XIX. Consisten en moldes de escayola de personas de diversas partes del mundo que prestaron sus rostros sin saber que contribuirían a la materialización del racismo como teoría, legitimando la noción de superioridad del hombre blanco occidental y la arrogancia de una época que se atribuyó el derecho a categorizar, clasificar e incluso aniquilar culturas enteras, como las de los pueblos originarios de Tierra del Fuego, víctimas de este genocidio. Esta Investigación artística propone una reflexión crítica sobre el legado de prácticas científicas obsoletas, y la urgencia de redefinir cómo comprendemos y representamos la historia de la humanidad en los discursos contemporáneos
Resignifico esta colección mediante la incorporación de mi autorretrato de mujer superviviente de un cáncer, un cuerpo que el canon occidental no reconoce ni valida. Al hacerlo, confronto la noción de belleza y normatividad del cuerpo, desafiando las representaciones tradicionales que han sido utilizadas para categorizar y deshumanizar a otras/os. La cuadrícula que perimetra los retratos se convierte en un espacio para la resistencia donde se recontextualiza la historia y se desafían los relatos hegemónicos que siguen obedeciendo a un orden establecido por el colonialismo y el racismo. Al trazar líneas que dividen y organizan, se cuestiona la manera en que las prácticas científicas han sido históricamente utilizadas para catalogar y jerarquizar saberes, cuerpos y grupos humanos.